jueves, 11 de febrero de 2010

LOS TROPOS

Son una clase especial de recursos literarios que se basan en el cambio de significado de las palabras.
En todos los tropos hay dos elementos, uno, el término real y, otro, el término imaginario o evocado.
Dependiendo de la relación entre estos dos términos tendremos uno u otro tropo.

Los más importantes son:


Imagen: es la representación de un objeto por medios sensibles.

Las imágenes pueden ser:

1) Sensoriales: relacionadas con los cinco sentidos.
2) Afectivas (anímicas): relacionadas con los sentimientos o las sensaciones internas.
3) Dinámicas: relacionadas con el movimiento.
4) Estáticas: relacionadas con la inmovilidad.
5) Combinadas:


Sinestesia: combina dos o más sensoriales.

Y un perro aullaba, en la amplitud de hielo,
al doble cuerno de una luna incierta…
(Herrera y Reissig)

¡Qué tranquilidad violeta!
(Juan R. Jiménez)

Cuando el silencio clarea se escuchan
los oscuros presagios.
(Mía Couto)


Cenestesia: combina dos o más afectivas.

[El alma]
Anoche vino a mí, de terciopelo,
sangraba fuego de su herida abierta;
era su palidez de pobre muerta,
y sus náufragos ojos sin consuelo…
Sobre su mustia frente descubierta,
languidecía un fúnebre asfodelo.
(Herrera y Reissig)


Kinestesia: combina dos o más dinámicas.

Suben, bajan, se arrastran, se persiguen,
se agitan y se rompen…
(Juan Zorrilla de San Martín)

Se acometen, se enlazan, se entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan.
(Oliverio Girondo)



Metáfora: Es el tropo más común e importante. Consiste en sustituir un término real por otro imaginario en virtud de una relación de semejanza.

Las metáforas pueden ser:

Impuras o in praesentia: en las que aparecen ambos términos.

Puras o in absentia: en las que sólo aparece el término imaginario.


Antes de entrar en los ejemplos, designaremos con la letra R al término real y con la I al imaginario.


1) Simple o impura (R es I):

Nuestras vidas son los ríos
(Jorge Manrique)

La cuba es cárcel del vino,
la troj es cárcel del pan,
la cáscara, de las frutas
y la espina, del rosal.
(Quevedo)


2) Simple o impura (R de I):

La princesa está triste ¿qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa.
(Rubén Darío)


3) Simple o impura (I de R):

El nardo de tu pierna.
(Miguel Hernández)

En esta noche en que el puñal del viento
acuchilla el cadáver del verano.
(Rafael Alberti)

El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
(Federico G. Lorca)


4) Apositiva (R,I): creada por aposición.
El verbo copulativo se sustituye por una coma.

Yo y mi sombra, ángulo recto.
Yo y mi sombra, libro abierto.
(M. Altolaguirre)

El sol, capitán redondo,
lleva un chaleco de raso.
(Federico G. Lorca)


5) Pura: sólo aparece el término imaginario en sustitución del término real.

Su luna de pergamino
Preciosa tocando viene.
(Federico G. Lorca)

En esta metáfora la relación está dada entre los términos luna y pandereta, basándose en la característica de la redondez de los dos términos; además, la pandereta está hecha de pergamino, y el pergamino es de color claro como la luna.


6) Impresionista o descriptiva (R es I,I,I): varios términos imaginarios.

El mar es un olvido,
una canción, un labio,
es un amante.
(Luis Cernuda)


7) Irracionalista

Su risa era un nardo
de sal y de inteligencia.

(Federico G. Lorca)


8) Oposicional

Oh hermosura mortal, cometa al viento.
(Lope de Vega)



Metonimia: una palabra sustituye a otra porque existe entre ellas una relación de contigüidad, que puede ser de causa y efecto, materia y objeto, continente y contenido, concreto y abstracto, genérico y específico.

Tú, pueblo alegre y florido,
te irás llenando de sol,
de humo blanco, de humo azul,
de campanas y de idilio.
(Juan R. Jiménez)


Aquí sol por luz de sol, y campanas por su sonido.



Sinécdoque: tipo de metonimia que se basa en una relación cuantitativa (la parte por el todo; el todo por la parte)

En vano el mar fatiga
la vela portuguesa.
(Fray Luis de León)

Aquí vela por barco.


Los dos ríos de Granada
bajan de la nieve al trigo.
(Federico G. Lorca)



lunes, 8 de febrero de 2010

LAS FIGURAS DE PENSAMIENTO


Modifican el significado de las palabras.


Apóstrofe o invocación: es una apelación o llamamiento vehemente a un ser animado o inanimado, real o imaginario, presente o ausente.

Olas gigantes que os rompéis bramando,
¡llevadme con vosotras!
(Bécquer)

¡Oh, luna! ¡Cuánto abril!
¡Qué dulce y vasto el aire!
(Jorge Guillén)

Para y óyeme, ¡oh sol!, yo te saludo.
(Espronceda)

Antítesis o contraste: se trata de una contraposición de ideas o conceptos de significación opuesta o contraria.

Cuando estoy alegre, lloro,
cuando estoy triste, me río.
(Manuel Machado)

Cuando quiero llorar, no lloro,
¡y a veces lloro sin querer!
(Rubén Darío)


Comparación o símil: es la relación de semejanza entre un término real y otro imaginario que aparecen unidos mediante un nexo comparativo.

¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas
como el pájaro duerme en las ramas!
(Bécquer)

Como el toro he nacido para el luto
y el dolor, como el toro estoy marcado
por un hierro infernal en el costado
y por varón en la ingle con un fruto.
(Miguel Hernández)


Enumeración o acumulación: es la sucesión de palabras o elementos diversos para describir un lugar, un objeto, etc.

Cuando Roma es cloaca,
mazmorra, calabozo,
catacumba, cisterna,
albañal, inmundicias,
ventanas rotas, grietas,
cornisas que se caen.
(Rafael Alberti)


Enumeración caótica: es la asociación de elementos dispares y sin relación, al menos aparentemente.

Todo lo tiraría:
los precios, los catálogos,
el azul de los océanos en los mapas,
los días y sus noches,
los telegramas viejos
y un amor.
(Pedro Salinas)


Exclamación retórica: manifestación súbita de alegría, tristeza, pena, indignación, etc., por medio de una exclamación con la finalidad de dar emotividad al mensaje.

Allá va el olor
de la rosa! Cójelo en tu sinrazón!
(Juan R. Jiménez)


Gradación o clímax: es la enumeración de elementos en orden ascendente o descendente.

En tierra, en humo, en polvo, en nada.
(Góngora)


Hipérbole: es la exageración de la realidad tendiente a engrandecer o empequeñecer el concepto expresado.

Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa…
(Quevedo)

Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.
(Miguel Hernández)


Interrogación retórica: se trata de una pregunta que no exige respuesta.

¿Será posible, mar, que cualquier noche
puedan mis enemigos secuestrarte?
(Rafael Alberti)


Ironía: consiste en decir lo contrario de lo que se quiere expresar haciendo evidente por el contexto el sentido humorístico de la afirmación.

Como sobran tan doctos españoles
a ninguno ofrecí la musa mía.
(Góngora)

Comieron una comida eterna, sin principio ni fin.
(Quevedo)



Litote o atenuación: consiste en negar lo contrario de lo que se desea afirmar.

No es difícil llegar hasta ti sin moverse,
ciudad, ni hasta vosotras, alamedas queridas.
(Rafael Alberti)


Oxímoron: es la agrupación de dos palabras de significado contrario. Se diferencia el oxímoron de la antítesis en que mientras ésta es una oposición lógica, aquél se caracteriza precisamente por una unión contraria a la lógica.

Ardientemente helado en llama fría,
una nieve quemante me desvela
y un friísimo fuego me desvía.
(Blas de Otero)

Es hielo abrasador y fuego helado.
(Quevedo)


Paradoja: consiste en el empleo de expresiones o frases que encierran una contradicción, o bien, aseveración inverosímil que se presenta con apariencia verdadera.

Soy otro cuando soy, los actos míos
son más míos si son también de todos,
para que pueda ser he de ser otro.
(Octavio Paz)

Muriendo naces y viviendo mueres.
(Quevedo)


Perífrasis o circunlocución: se trata del rodeo o uso de varias palabras para dar a entender algo que se hubiera podido expresar más brevemente.

…y a toda prisa entraba el claro día.
(Alonso de Ercilla)

Era la alegre víspera del día
que la que sin igual nació en la tierra
de la cárcel mortal y humana guerra
para la patria celestial salía.
(Lope de Vega)


Personificación o prosopopeya: consiste en adjudicar caracteres o rasgos humanos a objetos o conceptos no humanos.

La noche llama temblando al cristal de los balcones…
(Federico G. Lorca)

Los invisibles átomos del aire
en derredor palpitan y se inflaman.
(Bécquer)


Silepsis, dilogía o equívoco: es el uso de una palabra en un sentido a la vez recto (o literal) y figurada.

(la muerte)
llegue rogada, pues mi bien previene;
hálleme agradecido, no asustado;
mi vida acabe y mi vivir ordene:
(Quevedo)

Aquí la palabra ordene está significando (1) mande y (2) ponga en orden.



LAS FIGURAS DE DICCIÓN

Tienen que ver con la forma y la elocución de las palabras y, en determinadas ocasiones, terminan transformando el significado de las mismas.


Aliteración: consiste en la repetición de uno o varios sonidos iguales o próximos en un verso.

Una torrentera rojiza rasga los montes.
(Azorín)

El ruido con que rueda la ronca tempestad.
(José Zorrilla)


Anadiplosis o dexaprende: se trata de la iteración de la palabra final de un verso o frase al principio del siguiente.

Ideas sin palabras,
palabras sin sentido.
(Bécquer)

Aunque me veas por la calle,
también yo tengo mis rejas,
mis rejas y mis rosales.
(Antonio Machado)


Anáfora: es la repetición de una o varias palabras al comienzo de varias frases o versos.

Salid fuera sin duelo,
salid sin duelo, lágrimas corriendo.
(Garcilaso de la Vega)


Asíndeton o disfunción: se trata de la supresión de conjunciones a los efectos de dar mayor rapidez, viveza y sensación de agilidad a una frase o verso.

Acude, acorre, vuela,
traspasa el alta sierra, ocupa el llano.
(Fray Luis de León)


Calambur: se da cuando al unir de forma diferente las sílabas de palabras contiguas se producen otras palabras con distinto significado.

Si el Rey no muere
el reino muere.
(A. de Ledesma)


Concatenación o conduplicación: es la utilización de una palabra o frase terminal en el verso o párrafo siguiente.

La plaza tiene una torre,
la torre tiene un balcón,
el balcón tiene una dama,
la dama una blanca flor.
(Antonio Machado)

No hay criatura sin amor,
ni amor sin celos perfecto,
ni celos libres de engaños,
ni engaños sin fundamento.
(Tirso de Molina)


Correlación: consiste en hacer corresponder cada uno de los elementos de una serie con la sucesiva.

Ni en este monte, este aire, ni este río
corre fiera, vuela ave, pez nada.
(Góngora)

Afuera el fuego, el lazo, el hielo y flecha
de amor que abrasa, aprieta, enfría y hiere.
(Cervantes)


Derivación: es la combinación de palabras procedentes de la misma raíz.

Y yo sueño, en mis sueños, con una patria nueva.
(Juan R. Jiménez)

Troya desierta al fin, Troya abrasada,
Fénix que en plumas reservó la vida
por los engaños de Sinon vengada,
la fama infame del famoso Atrida.
(Lope de Vega)


Diáfora o antanaclasis: es la reiteración de una palabra, pero con sentidos distintos.

El corazón tiene razones
que la razón desconoce.
(Blas Pascal)

-¿Usted no nada nada?
-Es que no traje traje.
(Chiste popular)


Elipsis: se da cuando un elemento de una frase se suprime, sobreentendiéndose por el contexto.

Lo bueno, si breve, dos veces bueno.
(Gracián)

Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso… ¡Yo no sé
qué te diera por un beso!
(Bécquer)


Epanadiplosis, epanalepsis o redición: cuando la misma palabra empieza y termina una frase o verso.

Perderte fuera así por no perderte.
(Quevedo)

Zarza es tu mano si la tiento, zarza,
ola tu cuerpo si lo alcanzo, ola,
cerca una vez, pero un millar no cerca.
(Miguel Hernández)


Epífora o conversión: es la repetición de una o varias palabras al final de una frase o verso.

No decía palabras,
acercaba tan sólo un cuerpo interrogante,
porque ignoraba que el deseo es una pregunta
cuya respuesta no existe,
una hoja cuya rama no existe,
un mundo cuyo cielo no existe.
(Luis Cernuda)


Cuando la epífora y la anáfora se combinan originan el recurso denominado complexión.


Que la ausencia de amor huele a nada,
que la ausencia del aire, de la sombra, huelen a nada.
(Vicente Aleixandre)


Epíteto: se trata de un adjetivo que denota una cualidad inherente al objeto enunciado.

Por donde un agua clara con sonido
atravesaba el fresco y verde prado.
(Garcilaso)


Hipálage o desplazamiento calificativo: consiste en aplicar un adjetivo a un sustantivo que no le corresponde.

El trino amarillo del canario.
(Federico G. Lorca)

Al errar por las lentas galerías.
(Borges)


Hipérbaton o anástrofe: es la alteración del orden correcto de una frase.

Era del año la estación florida.
(Góngora)

Volverán las oscuras golondrinas
de tu balcón sus nidos a colgar.
(Bécquer)


Método diseminativo-recolectivo: procedimiento por el que se van disponiendo a lo largo del texto una serie de palabras para recogerlas luego unidas en una misma frase o verso.

Rojo sol, que con hacha luminosa
coloras el purpúreo y alto cielo:
¿Hallaste tal belleza en todo el suelo
que iguale a mi serena Luz dichosa?

Aura suave, blanda y amorosa,
que nos halagas con tu fresco vuelo:
cuando se cubre del dorado velo
mi Luz, ¿tocaste trenza más hermosa?

Luna, honor de la noche, ilustre coro
de las errantes lumbres, y fijadas:
¿consideraste tales dos estrellas?

Sol puro, aura, luna, llamas de oro:
¿oíste vos mis penas nunca usadas?
¿viste Luz más ingrata a mis querellas?
(Herrera)


Onomatopeya: es la imitación de sonidos reales, ruido de movimientos o de acciones mediante los procedimientos fonéticos de la lengua.

Abejaruco.
Uco uco uco uco.

Campanillas de oro.
Pagoda dragón.
Tilín, tilín,
sobre los arrozales.

Frondas de tic-tac,
racimos de campanas
y, bajo la hora múltiple,
constelaciones de péndulos.
(Federico G. Lorca)


Paralelismo: es la iteración de una misma estructura a lo largo de dos o más versos o frases.

Los suspiros son aire y van al aire,
las lágrimas son agua y van al mar…
(Bécquer)

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.
(Miguel Hernández)


Paranomasia, paronomasia o annominatio: consiste en el uso de palabras de sonido parecido, pero de significado distinto.

Vendado que me has vendido.
(Góngora)

De medio arriba romanos,
De medio abajo romeros
(Lope de Vega)

El erizo se irisa, se eriza, se riza de risa.
(Octavio Paz)


Pleonasmo: es la redundancia o insistencia en una o varias palabras que refuerzan innecesariamente una expresión o idea.

Temprano madrugó la madrugada.
(Miguel Hernández)


Poliptoton o polipote: es la iteración de elementos similares por ser formas de un mismo verbo, nombre o pronombre.

Lo que queremos nos quiere,
aunque no quiera querernos.
(Pedro Salinas)

¡Vive Dios, que la he de ver!
Veréis la mayor belleza
que los ojos del rey ven.
(Tirso de Molina)


Polisíndeton: consiste en la repetición o multiplicación de los nexos conjuntivos.

Hay un palacio y un río,
y un lago y un puente viejo,
y fuentes con musgo y hierba
alta y silencio… un silencio.
(Juan R. Jiménez)


Quiasmo: se trata de un paralelismo en el que la distribución de los elementos no es correlativa sino cruzada o abrasada.

Quema el sol, el aire abrasa.
(Manuel Machado)

Por casco sus cabellos,
su pecho por coraza.
(Rubén Darío)


Reduplicación, geminación o epixeusis: consiste en la repetición inmediata de una palabra o varias en un mismo enunciado o verso.

Me voy, me voy, me voy, pero me quedo.
(Miguel Hernández)

Un año más, Señor, con tanto día,
y con minuto tanto, tanto, tanto
(López de Zárate)


Zeugma: se hace funcionar en dos o más versos o enunciados un término que sólo se expresa en uno de ellos y se sobreentiende en los restantes.

La rotación del fruto, la alegría
del pájaro fomentas
y el bienestar y la salud de paso.
(Miguel Hernández)

Pedro era alto, enjuto de carnes, de complexión recia, amigo de la caza…
(Cervantes, El Quijote)

RECURSOS ESTILÍSTICOS USADOS EN POESÍA


Los recursos estilísticos son, junto con la rima, la métrica y el ritmo, uno de los operadores lingüísticos empleados en la poesía, y, del mismo modo, uno de los más definitorios del estilo de un autor.

Por medio de estos operadores o recursos el escritor aleja la lengua poética de la lengua cotidiana, haciendo que determinadas palabras tengan un valor connotativo distinto al valor denotativo que tienen las mismas.

Los recursos estilísticos son conocidos también como recursos literarios, recursos retóricos, recursos expresivos, figuras literarias, figuras del discurso, figuras estilísticas, etc.


CLASIFICACION DE LOS RECURSOS

Los recursos se hallan organizados en tres grupos:

1) Las figuras de dicción,
2) Las figuras de pensamiento, y
3) Los tropos.



Si bien es cierto que los recursos estilísticos confieren a la expresión de las ideas una singular gracia o energía, no debe olvidarse que la poesía no se escribe con recursos; por el contrario, éstos son únicamente modos de clasificar u ordenar los procedimientos de que se vale la lengua literaria en su función artística.


Ahora, como no todos los recursos son aplicables a la versificación, sólo me atendré a aquellos que con más frecuencia son usados en las obras poéticas.