jueves, 7 de agosto de 2014

CUARTETAS ENGARZADAS



Presentadas el 16 de junio de 2014 por el poeta Maese Plumilla (1) en el Portal Literario Mundopoesía, no difieren mucho de las cuartetas conocidas como concatenadas, enlazadas, etc., sólo que su detalle está dado por la disposición de sus rimas y la forma en que se «engarzan».

Respecto de una estrofa a la siguiente, dicho engarce se desarrolla así:



El verso 1º deviene 2º

El verso 2º deviene 3º

El verso 3º deviene 1º



Esquemáticamente: abcb-caba-bcac-abcb, etc., donde puede verse que el cuarto verso en todas las estrofas rima con el segundo.



Ahora, además de ser una composición trísona, la cuarta estrofa reitera la primera disposición de rimas; por ende, el poeta que las use podrá usar cuantas estrofas considere necesarias, pero como mínimo sólo las tres combinaciones iniciales.





Tu mal talante



En las cosas del amor

no me considero Dante,

pero quisiera entender

al menos tu mal talante.



Cuando me miras, mujer,

veo en tus ojos ardor

que parezco estar delante

de la diosa del furor.



¡Qué diferencia tajante

tienes con tu hermana Ester

cuya sonrisa es fulgor

del día al anochecer!



No tienes el seductor

miramiento penetrante

que hechiza a más no poder

de tu prima la estudiante.



Menos aún, a mi ver,

el equilibrio interior

de tu amiga la viajante

cuya faz es un primor.



No me considero Dante

en las cosas del querer,

pero al menos, por favor,

¡dime qué tienes, mujer!



Es tu silencio peor

que la daga más cortante

que me muero por saber

¡a qué viene ese talante!







Por culpa de Cupido

01/07/2014



A hurtas y en voz supresa

me hirió el niño flechador

que viendo a cualquier mujer

¡me vuelvo loco de amor!



Apenas amanecer

me pone inquieto Teresa,

hija del repartidor

de la información impresa.



Mas parece superior

lo que siento por Ester,

cuyo talle de tigresa

quiero en mis manos tener.



Pero tamaña sorpresa

cuando me llega el olor

del perfume que soler

tiene Diana, ¡pura flor!



Cual pasando sin querer

a zancadas atraviesa

por enfrente, con vigor

y aires de gran baronesa.



Qué tremendo es el amor

que me tiene a maltraer,

llevar la flecha me pesa

¡no la puedo remover!



Y si veo a mi princesa

me punza el pecho un dolor,

¡es la que quiero querer,

darle de mí lo mejor!



Me siento a más no poder

como quien no se confiesa,

¡lo mismo que pecador

que de pecar nunca cesa!



Por Cupido flechador

ya no sé ni lo que hacer,

que si el pecado me apresa

¡es por su culpa a mi ver!







¡Si cuenta os dieséis!

04/07/2014



No os dais cuenta, mi señora,

cuando me veis en el día

que me muero por seguiros

y cataros cortesía.



No curáis que quiero asiros

vuestro talle que enamora

aunque fuera una osadía

que por dentro me acalora.



No sabéis que pierdo vía

o me quedo dando giros

si os marcháis alguna hora

y os lleváis vuestros respiros.



Sois mi estrella orientadora,

fuente de luz que me guía,

causa sois de mis suspiros,

¿cómo ignoráis todavía?



Por ojos tenéis zafiros

de lucencia cegadora,

tanto es así, dueña mía,

¡que las palabras me atora!












(1) Alias usado por Luis Estoico en este Foro.






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