martes, 29 de diciembre de 2009

LA SILVA

Es de origen italiano y consiste en una extensión indeterminada de versos de siete y once sílabas combinados y rimados libremente en consonante y en la que pueden dejarse algunos versos sueltos sin rima. Constituye por estas particularidades una forma muy libre, de tendencia antiestrófica y próxima por tanto al versolibrismo. Sus primeras manifestaciones conocidas corresponden a poesías medievales escritas en latín. Las "Sylvae" de Estacio (40-96 d. de JC.) fueron su antecedente. Fue introducida en la lírica española por Luis de Góngora en sus Soledades:

Era del año la estación florida
en que el mentido robador de Europa
—media luna las armas de su frente,
y el Sol todo los rayos de su pelo—,
luciente honor del cielo,
en campos de zafiro pace estrellas,
cuando el que ministrar podía la copa
a Júpiter mejor que el garzón de Ida,
—náufrago y desdeñado, sobre ausente—,
lagrimosas de amor dulces querellas
da al mar; que condolido,
fue a las ondas, fue al viento
el mísero gemido,
segundo de Arïón dulce instrumento.
(Luis de Góngora, Soledad primera)


Se la denomina silva grave cuando predominan los endecasílabos y silva ligera cuando lo hacen los heptasílabos.


Jean de La Fontaine introdujo el verso alejandrino y, en menor medida, otros versos de métrica impar en la constitución externa de la silva, al tiempo que introdujo la novedad de la alternancia de rimas masculinas-femeninas.
La más conocida es la silva italiana, mezcla al azar de hepta-endecasílabos con rima consonante dispuesta al arbitrio del poeta.

¿Qué tienes que contar, reloj molesto,
en un soplo de vida desdichada
que se pasa tan presto?
¿En un camino que es una jornada
breve y estrecha de este al otro polo,
siendo jornada que es un paso solo?
Que si son mis trabajos y mis penas,
no alcanzarás allá, si capaz vaso
fueses de las arenas,
en donde el alto mar detiene el paso.(Francisco de Quevedo, El reloj de arena)


Otros tipos de Silva:

Silva arromanzada o silva romance

Es la estrofa que, en la métrica castellana, está compuesta de versos imparisílabos de arte menor y mayor, incluidos alejandrinos de 7 + 7 sílabas, rimando en asonante sólo los versos pares. Se empezó a usar en el Modernismo y la Generación del 98 entre los siglos XIX y XX y es una estrofa muy característica de Antonio Machado:

A JOSÉ MARIA PALACIO

Palacio, buen amigo,
¿está la primavera
vistiendo ya las ramas de los chopos
del río y los caminos? En la estepa
del alto Duero, Primavera tarda,
¡pero es tan bella y dulce cuando llega!...
¿Tienen los viejos olmos
algunas hojas nuevas?
Aun las acacias estarán desnudas
y nevados los montes de las sierras.


Silva de arte menor

Poema en versos de arte menor con distribución irregular de la rima consonante, pudiendo incluirse versos blancos.

Silva asonantada

Silva que sustituye la rima consonante por la asonante, junto a heptas y endecasílabos pueden introducirse versos de métrica impar distintos de éstos.

Silva de consonantes o pareada

Sucesión de heptasílabos y endecasílabos pareados con rima consonante:

¿No es breve luz aquella
caduca exhalación, pálida estrella,
que en trémulos desmayos,
pulsando ardores y latiendo rayos,
hace más tenebrosa
la obscura habitación con luz dudosa?
Sí, pues a sus reflejos
puedo determinar, aunque de lejos,
una prisión obscura;
que es de un vivo cadáver sepultura;
y porque más me asombre,
en el traje de fiera yace un hombre
de prisiones cargado
y sólo de la luz acompañado.
(Pedro Calderón de la Barca, La vida es sueño)

Puede cambiarse la disposición alterna hepta-endecasílabo, incluso con la sucesión regular de dos en dos versos de la misma métrica. Samaniego la utilizó, sin alternancia uniforme, en alguna de sus fábulas.

Silva estrófica

Silva, como su nombre indica, dividida en estrofas, pudiendo incluso presentar rimas abrazadas, alternas o arromanzadas.

Silva libre o polimétrica

Poema formado por la combinación de versos de distinta medida, par e impar, no se organiza en estrofas y generalmente prescinde de la rima, aunque presenta e menudo rimas dispersas. Fácilmente equiparable al verso libre por su similitud estructural, casi todos los poetas “versolibristas” practican la silva libre.

Silva mayor

Silva de endecasílabos, sin heptasílabos.

Silva modernista

Silva formada por la combinación asimétrica de hepta, endecasílabos y alejandrinos junto a otros versos de métrica impar o no. Riman en consonante dispuesta de forma irregular con la posibilidad de inclusión de versos blancos.

Silva octosílaba

Formada por versos octosílabos o por la mezcla octo-tetrasílabos.

Esteban Echeverria
El pajonal (fragmento)

Así, huyendo a la ventura,
ambos a pie divagaron
por la lóbrega llanura,
y al salir la luz del día,
a corto trecho se hallaron
de un inmenso pajonal.
Brian debilitado, herido,
a la fatiga rendido
la planta apenas movía;
su angustia era sin igual.

Pero un ángel, su querida,
siempre a su lado velaba,
y el espíritu y la vida,
que su alma heroica anidaba,
la infundía, al parecer,
con miradas cariñosas,
voces del alma profundas,
que debieran ser eternas,
y aquellas palabras tiernas,
o armonías misteriosas
que sólo manan fecundas
del labio de la mujer.

Temerosos del salvaje,
acogiéronse al abrigo
de aquel pajonal amigo,
para de nuevo su viaje
por la noche continuar;
descansar allí un momento,
y refrigerio y sustento
a la flaqueza buscar.

Era el adusto verano.
Ardiente el sol como fragua,
en cenagoso pantano
convertido había el agua
allí estancada, y los peces,
los animales inmundos
que aquel bañado habitaban
muertos, al aire infectaban,
o entre las impuras heces
aparecían a veces
boqueando moribundos,
como del cielo implorando
agua y aire: aquí se vía
al voraz cuervo, tragando
lo más asqueroso y vil;
allí la blanca cigüeña,
el pescuezo corvo alzando,
en su largo pico enseña
el tronco de algún reptil;
más allá se ve el carancho,
que jamás presa desdeña,
con pico en forma de gancho
de la expirante alimaña
sajar la fétida entraña.
………………………………………………………………
 


Silva pentasilábica

Repetición, dentro de un verso y en número variable, de un grupo de cinco sílabas con acento siempre en cuarta y otro variable en 1ª o 2ª:

Ave de paso,
fugaz viajera desconocida;
fue sólo un sueño, sólo un capricho, sólo un acaso;
duró un instante de los que dura toda la vida.(José Santos Chocano)

Se trata de la combinación de versos simples de cinco sílabas y versos compuestos de pentasílabos. El pentasílabo funciona, así, de cláusula rítmica.

Silva polimétrica suelta

Silva formada por la combinación de versos de métrica par con otros de métrica impar, sin rima:

Se abatieron los muros,
cayó el templo,
regresó el navegante
y volvió a partir.
Y nosotros inmóviles
mientras iba dejando la ceniza
entre las manos desnudas
su temblorosa luz.(José Á. Valente)

lunes, 28 de diciembre de 2009

LA SERIE ÉPICA

Está conformada por versos de medida variable divididos en dos hemistiquios. Tiene una única rima asonante.

Al cabo de tres semanas, cuando la cuarta iba a entrar,
mío Cid de los suyos se quiso aconsejar:
«El agua nos han quitado, nos va a faltar el pan,
«si quisiéramos irnos de noche no lo consentirán;
«son demasiadas sus fuerzas para con ellos luchar;
«decidme, caballeros, qué consejo tomar».
Primero habló Minaya, un caballero leal:
«de Castilla la gentil hemos venido acá,
«si con moros no luchamos no ganaremos el pan.
«Somos unos seiscientos, acaso alguno más;
«en el nombre del Criador que no se haga más;
sino irlos a combatir mañana sin tardar».
Dijo el Campeador: «ése es buen hablar;
hablasteis como honrado, como era de esperar».

(Poema del Mio Cid)

SERIES MÉTRICAS: EL ROMANCE Y SU TIPOLOGÍA

Las series métricas están constituidas por la unión de versos del mismo tipo o diferentes en tiradas estróficas tan extensas que no pueden considerarse estrofas.

EL ROMANCE O ROMANCE OCTOSÍLABO

Está conformado por una serie indefinida de versos octosílabos con rima asonante en los versos pares que se originó de la descomposición de los cantares de gesta en el siglo XIV, aunque algunos de ellos empezaron a imitarse y componerse a propósito entre el siglo XV y la actualidad constituyendo el llamado Romancero nuevo. Suele usarse para relaciones o narraciones, o con contenido narrativo–lírico. Si el romance es de origen culto suele dividirse con facilidad en grupos de cuatro versos como subestrofas; si es de origen tradicional, no.

Romance del prisionero
Anónimo

Que por mayo era, por mayo,
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión;
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba el albor.
Matómela un ballestero;
dele Dios mal galardón.



El ROMANCILLO

Está compuesto por un número indeterminado de versos de 6 sílabas métricas que riman solamente los versos pares en asonante.

Hermana Marica
Luis de Góngora

Hermana Marica,
mañana que es fiesta,
no irás tú a la amiga,
ni iré yo a la escuela.
Pondráste el corpiño
y la saya buena,
cabezón labrado,
toca y albanega,
y a mí me pondrán
mi camisa nueva,
sayo de palmilla,
media de estameña,
y si hace bueno,
trairé la montera
que me dio la Pascua
mi señora abuela.



EL ROMANCE HEROICO O ENDECASÍLABO

Rima como el romance, sólo que está compuesto por versos de once sílabas. Apareció por primera vez, y abundantemente, en la traducción y reelaboración, por el grafómano José Pellicer de Salas y Tovar (1626), de la “Argenis” del escocés John Barclay, y se utilizó ampliamente durante los siglos XVIII y XIX:

El moro expósito
Ángel de Saavedra, Duque de Rivas

La muchedumbre a su señor circunda,
y él, en cuanto en el rostro le dio el aire
a cielo abierto, y respiró el ambiente,
tornó en sí, y furibundo a levantarse.
Maldijo, blasfemó, con roncas voces
aterró a los confusos circunstantes;
llamó al hijo mil veces; anheloso
corrió ligero de una en otra parte,
y en tronador acento, que vencía
del incendio el rumor, y el espantable
estruendo que los muros y techumbres
formaban al hundirse y desplomarse;
gritó a sus servidores y vasallos:
-Fuera, canalla vil… ¡fuera, cobardes
dejad, dejad arder estas ruïnas;
¡muerte a quien una chispa sola apague!



El ROMANCE ENDECHA

Consta de un número indeterminado de versos de 7 sílabas métricas con rima asonante en los pares.

Renacer
Fabiana Piceda

Nuestro amor se moría,
era como un fantasma
que vagaba en la noche,
se vestía de plata
y en el gris de las nubes
cada día rozaba
la tristeza infinita,
pena y duda, la trampa,
dos opuestos en sombras,
dos imanes sin magia
que ya no se atraían,
no sentían nostalgia.
La luz se fue apagando,
por desgano y falacia.
Se sentía aquel frío
que congelaba el alma.
Hasta que un día nuevo
una flor en la escarcha
tan bonita, pequeña,
brillaba como nácar.
Y con aquella vida
cubierta de esperanza,
nuestro amor renació
esa bella mañana.
Conquisté tu sonrisa
que era tan solitaria
y cortaste la flor
de preciosa fragancia.
Me la diste ese día,
transformaste mi cara.


Adiós a Manolete
Gerardo Diego

Y te vas recto, recto
¿como el río a la mar?
A la mar de la muerte
tus alamares van.
No como el agua dulce
que duda y vuelve atrás
antes del trago amargo
de efervescencia y sal,
sino como la bala
que ciega y recta va
al blanco que la hechiza
con pupila fatal…



EL ROMANCE DE PIE QUEBRADO

Es el que cada cuatro versos presenta un pie quebrado, el que puede constar generalmente de cuatro o cinco sílabas.
    
A un estudiante, que se fue sin hacer cuenta….
Manuel de León Marchante

Un estudiante este curso
se partió sin dar a su ama
las cuentas, que no es amigo
de dar largas.

Desde el camino la envía
a decir por una carta
que la pagara el alcance,
si le alcanza.

Para la guerra camina,
y el viernes de esta semana
espera comer pescado
en salsas.

Primeramente confiesa
que se lo llevó de su casa
la sábana, para no irse
sin blanca…











jueves, 24 de diciembre de 2009

SOBRE LAS NUEVAS FORMAS POÉTICAS (ANTES DE CONTINUAR)


Antes de entrar de lleno en las series métricas o tiradas estróficas quiero transcribir unas palabras de José Mañoso Flores, con referencia a las nuevas formas poéticas:

“El siglo pasado nos ha dejado una herencia en la que los poetas, generalmente, se han entregado al verso libre de corte irracional o de construcción autónoma frente a la realidad. En frente, y junto a éstos, se encuentran los que siguen apostando por la ortodoxia de las formas clásicas”.

“Entre ambas corrientes, a veces irreconciliables, surgen algunos poetas que hacen una propuesta intermedia, apelando así a su libertad para iniciar un formalismo nuevo, personal e insular. Digo esto porque parecen pequeños islotes, en un mar convulso de formas, vanguardismos y experimentos, ínsulas en las que florece la ilusión, la creatividad y el trabajo”.

Remontando el Nilo
(2009)


Por mi parte, en este blog he presentado las siguientes estrofas:

Kif  (Estrofas de tres versos)
Deyanira  (Estrofas de tres versos)
Iuncus et ventus  (Estrofas de tres versos)
Octolaba o estrofa cirílica  (Estrofas de ocho versos)
Parrandilla  (Estrofas de ocho versos)
Octolira  (Estrofas de ocho versos)
Liropeya  (Estrofas de nueve versos)
Espejo  (Estrofas de nueve versos)
Decovillejo  (Estrofas de diez versos)
Levillejo  (Estrofas de diez versos)
Decilira  (Estrofas de diez versos)
Decilira francesa  (Estrofas de diez versos)
Decilira italiana  (Estrofas de diez versos)
Guaroj  (Estrofas de diez versos)
Cuadratura  (Estrofas de once versos)
Oncena birrima  (Estrofas de once versos)
Estrofa cruzada  (Estrofas de doce versos)
Castillejo  (Estrofas de doce versos)
Tridécima birrima  (Estrofas de trece versos)


Y las siguientes composiciones poéticas:

Soneto cautivo  (El soneto)
Sonetillo cautivo  (El soneto)
Soneto armado  (El soneto)
Soneto semifrancés  (El soneto)
Soneto pilaresco  (El soneto)
Perseto  (El soneto)
Rimeto  (El soneto)
Bisoneto  (El soneto)
Sonetuco (El soneto)
Soneto cruzado  (El soneto)
Sonetillo torrado  (El soneto)
Driso
Indriso
Decineto
Meridiano
Musa
Jorketina




Harto bien sé que habrá otras estrofas y composiciones novedosas de las que no tengo pleno conocimiento, pero en este blog sólo he querido traer esta muestra de nuevas formas poéticas y la mención de sus creadores.

Para finalizar, soy de los que piensan que una nueva estrofa o composición poética no debe quedar circunscripta a su creador; antes bien, debe ser conocida a través de su difusión y reescritura, a fin de que no quede relegada a una variante más, sino para que se imponga y obtenga el rango de estrofa o poema.



miércoles, 23 de diciembre de 2009

EL DRISO

Se trata de una nueva forma poética derivada del indriso.

La figura es creación de la española Montserrat Germà i Pifarré (agosto 2009) y recibe el nombre de “driso” (“drís” en catalán, que es la lengua natural de la autora).

Se sirve del mismo sistema de sístoles y diástoles que presenta el indriso, ofreciendo las siguientes variantes:


2-2-1: Driso o driso en sístole.
1-2-2: Driso en diástole.
2-1-2: Driso en sístole interna.



TODO ES CIERTO

Todo es cierto
cuando existe.

Un soplo vivo,
con nuevas formas.

Instantes tiernos.



EL DESTINO

El destino es dueño
del hecho, del riesgo.

Me pierdo en el tiempo.

Prefiero aquel llanto,
convertido en beso.



martes, 22 de diciembre de 2009

EL INDRISO



Es una composición creada en el 2001 por el poeta español Isidro Iturat Hernández. Consta de dos tercetos y dos estrofas de verso único, esto es, que está organizado según un modelo 3-3-1-1, y surge a partir de una reelaboración del soneto en lo que podría denominarse condensación estrófica. Los cuartetos y tercetos del soneto pasan a ser tercetos y estrofas de verso único en el indriso.

Gráficamente:

Soneto = 4-4-3-3
Indriso = 3-3-1-1


El indriso permite cualquier tipo de medida en el cómputo silábico, lo que hace de él una forma a la vez fija y dinámica: en el eje vertical, la disposición no variable de la estrofa; en el eje horizontal, las variaciones en la cantidad.
Admite además todos los grados y géneros de rima, asonante o consonante, interna o externa, lo que permite una mayor riqueza en la composición.


Indrisos de Isidro Iturat Hernández:


Luna creciente

Tierna Venus con quince primaveras
maneras apuntaba: los pastores,
ya sus adoradores en las eras,

y en los campos de Chipre labradores;
las fieras se acoplaron con las fieras
en las frondas, las flores con las flores;

y los dioses temiéronla de veras:

morir fue nuevo, y verse, por amores.



Luna llena

La vieja mandinga contaba a su nieta
de los sortilegios de la Madre Luna,
en la buena noche, en la noche quieta:

«A la diosa nunca vayas a mirar
porque si te mira cuando tú la miras
al Pájaro Plata sentirás cantar,

y al canto del ave el vientre se aluna

y del buen marido sabrás de las iras».



Balada de las dos hermanas

La hermana mayor besa con su boca
a Juan, el pastor.
Un caballo en la cuadra se desboca.

La hermana menor ha oído el temblor
y no tiene poca
gana de ser yegua ni de ser mayor.

La hermana mayor sabe ya de amor.

La hermana menor relincha y se toca.



Tres bailarinas

Bailé el vals con Mimí, el tango con Margot,
con Juana el cha-cha-chá.
¿Con cual me quedaré? Yo no sé. No sé yo. 

Mimí me fascinó, la otra me encendió,
la otra, ¡ay, mamá!...
¿Cuál se me quedará? Esta sí. Esa no.

Todo lo quita y da

el son del tres y el uno: violín, piano, bongó.



A partir del indriso originario se generan cinco variantes. Se tiene, entonces, un total de seis formas, que puede organizarse además en tres pares de opuestos.
La nomenclatura para su distinción es la siguiente:


3-3-1-1: Indriso o indriso en sístole.
1-1-3-3: Indriso en diástole.

3-1-3-1: Indriso de dos sístoles.
1-3-1-3: Indriso de dos diástoles.

3-1-1-3: Indriso en sístole interna.
1-3-3-1: Indriso en diástole interna.




Indrisos de Luis Estoico:

La tarde

Los sucesivos pájaros se apagan
y a contraluz ascienden los silencios.
Hora en que hay más perfumes que palabras.

Hora de los abrazos verdaderos,
y entre suspiros, bocas anudadas
desahogando ímpetus de fuego.

La tarde, poderosa y perfumada.

Eros que ampara entrelazados cuerpos.



El beso suelto

Érase que se era un beso suelto
que buscaba la boca
donde alojarse, siquiera un momento.

Y andaba volandero
ya sobre el ala de una mariposa,
ya en una hoja llevada por el viento.

Hasta que de una amada halló el florero.

Soñando labios, quedóse en la rosa.








Recomiendo que lean “El manantial y otros poemas” (indrisos), de Isidro Iturat Hernández:




viernes, 18 de diciembre de 2009

EL ZÉJEL


Es una estrofa que se agrupa en series formando una canción zejelesca que en los primeros cancioneros recibía el nombre de estribote. Cada zéjel está formado por un pareado de arte menor, que es el estribillo o bordón, y por un grupo de cuatro versos de los cuales los tres primeros riman entre sí en consonante y se denominan mudanza; el último verso es el verso de vuelta y rima en consonante con el estribillo, sirviendo así de aviso o anuncio su rima de que ha de volverse a recitar el estribillo para encabezar el próximo zéjel de la serie. O sea, aa–bbba, aa–ccca, aa–ddda. Su inventor fue el poeta hispanomusulmán Mucáddam ben Muafa, nacido en Cabra (Córdoba) y su origen fue un género poético de la poesía mozárabe, cultivado luego por poetas hebreos castellanos y europeos.

Dicen que me case yo;
no quiero marido, no. (Estribillo)
Más quiero vivir segura
n’esta sierra a mi soltura,
que no estar en ventura (Primera mudanza)
si casaré bien o no. (Verso de vuelta)
Dicen que me case yo;
no quiero marido, no. (Estribillo)
(Gil Vicente, Dicen que me case yo)


Otro ejemplo:

Vivo ledo con razón,
amigos, toda sazón.
Vivo ledo sin pensar,
pues amor me fizo amar
a la que podré llamar
más bella de cuantas son.
Vivo ledo con razón,
amigos, toda sazón.
Vivo ledo y viviré,
pues que de amor alcancé
que serviré a la que sé
que me dará galardón.
Vivo ledo con razón,
amigos, toda sazón.
(Alfonso Álvarez de Villasandino, Cancionero de Baena)


Existen variaciones más libres sobre esta forma tradicional, entre ellas la de Rafael Alberti y la del zéjel asonantado usado por el poeta mallorquín Llorenç Vidal.

Pez verde y dulce del río,
sal, escucha el llanto mío.

Rueda por el agua, rueda,
que no me queda moneda;
sedal tampoco me queda,
llora con el llanto mío.

Pez verde y dulce del río,
sal, escucha el llanto mío.
(Rafael Alberti, El pescador sin dinero)


Tánger se asoma a la mar
desde el mirador del Hafa...
Terrazas de blanco y verde
que descienden en cascada...
¡Fantasía de la luz
sobre el milagro del agua!
Tánger se asoma a la mar
desde el mirador del Hafa...
(Llorenç Vidal, Apunte desde el Café Hafa)


Que no cogeré yo verbena
la mañana de San Juan,
pues mis amores se van.

Que no cogeré yo claveles,
madreselvas ni mirabeles,
sino penas tan crueles
cual jamás se cogerán,
pues mis amores se van.
(Anónimo)


Tres morillas me enamoran en Jaén
(zéjel de autor anónimo)

Tres morillas me enamoran
en Jaén,
Axa y Fátima y Marién.

Tres morillas tan garridas
iban a coger olivas,
y hallábanlas cogidas
en Jaén,
Axa y Fátima y Marién.

Y hallábanlas cogidas,
y tornaban desmaídas
y las colores perdidas
en Jaén,
Axa y Fátima y Marién.

Tres moricas tan lozanas,
tres moricas tan lozanas,
iban a coger manzanas
a Jaén,
Axa y Fátima y Marién.




El villano en su rincón
Lope de Vega

Por el montecito sola
¿cómo iré?
¡Ay Dios, si me perderé!

¿Cómo iré, triste, cuitada
de aquel ingrato dejada?
Sola, triste, enamorada.

¿Dónde iré?
¡Ay Dios, si me perderé!




Dinos, ángel, por tu vida,
quién es esta que es partida.

Esta es la fuente de fe,
dígalo porque lo sé;
de la raíz de José
salió esta flor florida.

Dinos, ángel, por tu vida.

Como rosa entre la espina
floreció esta clavellina
para que fuese tan dina
de ser virgen y parida.
(Anónimo, siglo XVII)



Partir, corazón, partir
alegre para morir.

¿Qué me aprovecha el querer
sin esperanza el tener?
No hay placer que dé placer
sabiendo que ha de morir.
(Juan del Encina, Cancionero de Barbieri)


Admiro de ti, señora,
la sonrisa de tu boca.
Cuando una sonrisa sueltas
me robas el alma, presta,
sin que yo nada pudiera
como si fuese de roca.
Admiro de ti, señora,
la sonrisa de tu boca.
Sabe que admiro, señora,
también la flor de tu boca.
Es paréntesis de amor
encarnado y tentador
esa granada en sazón
que el cálido beso implora.
Sabe que admiro, señora,
también la flor de tu boca.
De ti admiro pues, señora,
¡a la par sonrisa y boca…!
(Luis Estoico, Admiro de ti sonrisa y boca)