martes, 31 de diciembre de 2019

VARIEDADES DE LA SEXTINA PROVENZAL


En el posteo anterior habéis visto ciertas variaciones sufridas por la sextina provenzal en su estructura rítmica canónica; pero ahora os mostraré algunas de las distintas variedades que presenta esta composición cuando se atiene a su esquema original.
En “La sextina provenzal” desarrollada en este blog (noviembre 2009) habéis visto las modalidades de sextina “rimada”, “doble” y la que en su contera cuenta con más versos que los preceptuados.
Ahora os presentaré otras y para ello recurriré a la obra titulada “Fuente de Aganipe y Rimas varias”, libro que fuera editado en Madrid por Diego Flamenco entre 1624 y 1626 y escrito por el poeta, crítico, historiador, filólogo y moralista portugués MANUEL DE FARIA E SOUSA (1590-1649), cuyos trabajos fueron en su mayoría hechos en castellano.


SEXTINA DE ARTE MENOR

De Amor la encendida llama
pagan mis ojos en agua,
dando sus aguas en olas
abrasado sale el llanto;
y es cada lágrima una ascua
que al Amor quema las alas.

Mas al abrir de sus alas
más copiosa es la agua y llama,
cada pluma vibra una ascua
y cada ascua altera la agua;
con ser el fuego de llanto
de llamas se miran olas.

Norte en ojos son las olas,
baxel en ellas las alas,
que por esferas de llanto
soplan dilubios de llama;
eslavón parece la agua
repitiendo al pecho la ascua.

Assí que helándose en ascua
el Amor se enciende en olas,
no se apaga el fuego en agua
que en ella le alientan alas,
y del coraçón la llama
sale a los ojos en llanto.

Al passo que corre el llanto
encender se siente el ascua,
que no ay quien sople esta llama
como la vista con olas,
que el viento de ardientes alas
señala en los ojos agua.

Si un contento enxuga la agua
el fuego repite el llanto,
repiten fuego las alas
y la alma buelven un’ ascua;
la llama naufraga en olas
que son materia a la llama.

La llama acrecienta a la agua
como a las olas el llanto
y como a la ascua las alas.

A las alas; ascua y llama
no anega el llanto, agua y olas.

Y assí porfían en vano
llama, agua, olas, llanto, ascua, alas.



SEXTINA CON PALABRAS-RIMA INTERNAS

De valle en valle voy, de monte en monte,
y lo que hallo en el monte hallo en el valle;
de campo en campo voy, de selva en selva,
y lo que hallo en la selva hallo en el campo;
de fuente en fuente voy, de río en río,
y lo que hallo en el río hallo en la fuente.

Corren con igualdad el río y fuente,
con igualdad produzen valle y monte
de la fuente bañados y del río
adonde se retratan monte y valle,
no alegra menos que la selva el campo,
del campo es quitasol la umbrosa selva.

De las aves el coro en campo y selva
al son canta el río y de la fuente,
y todo es armonía en selva y campo
quanto se humilla en valle, eleva en monte,
del monte adornos son, lo son del valle
que de aljófares borda fuente y río.

Si la fuente passea, salta el río,
el campo flores da, frutos la selva,
frutos el monte da, flores el valle,
ni el río agrada menos que la fuente:
ella de humilde valle, él de alto monte,
él en la selva suena, ella en el campo.

Al cielo con la selva llega el campo
al río va la fuente, al mar el río,
el aire escala el valle con el monte,
el monte y valle embidian campo y selva,
la fuente embidia al río, él a la fuente,
embidia el valle al monte, el monte al valle.

Lo sobervio del monte admira el valle,
lo altivo de la selva assombra al campo,
lo copioso del río ama la fuente,
lo puro de la fuente estima el río;
mas al fin todo es gloria en campo y selva
y gloria al fin es todo en valle y monte.

Si sube el tardo buey del valle al monte,
baxa la ave veloz del monte al valle;
danse Flora y Diana al campo y selva:
la selva quiere aquélla, estotra el campo;
suenan Sirenas mil en fuente y río,
en Castalias se buelven río y fuente.

Es el río bordón, prima la fuente
en el campo que se oye en valle y monte,
y al son responden de la fuente y río
las aves con voz dulce en monte y valle;
responde el ruiseñor en selva y campo
y al fin coro es celeste campo y selva.

Ya las Ninfas del campo y de la selva
con las del río van y de la fuente,
dando a la selva el bien propio del campo
y el propio bien del valle dando al monte;
regala el valle al monte, el monte al valle
assí el río a la fuente, y ella al río.

De espejo están sirviendo fuente y río
a las diosas del campo y de la selva,
que puras nieves son de monte y valle,
que vivas llamas son de río y fuente,
tras quien los Faunos van de valle y monte,
desalados de Amor por la selva y campo.

Todo al fin por la selva y por el campo
es Amor, por la fuente y por el río,
por el cóncavo valle y crespo monte,
todo gloria en el campo y en la selva,
gloria todo en el río y en la fuente,
que como al monte ensobervece al valle.

Yo solo triste estoy en monte y valle,
de horrores selva, de batallas campo
a mis ojos de llantos río y fuente,
sin que apague mi ardor fuente, ni río;
el campo se me buelve en triste selva,
el regalado valle en duro monte.

Assí peno igualmente en monte y valle,
igualmente assí peno en selva y campo,
ardo con igualdad en río y fuente.

Tántalo soy al fin en fuente y río
si agua busco y si fruta en campo y selva,
y al fin Sísifo soy del valle al monte.

Assí de monte y valle y de la selva
del campo y río soy perene fuente.

De amor me admiran, nuevo Faetonte,
fuente, río, campo, selva, valle y monte.



SEXTINA CON ECO

¿Qué haze quien funda en esta tierra? Yerra.
¿Qué es quanto de su bien devano? Vano.
¿Quál es su pompa más ornada? Nada.
¿Qué haze al fin a quien más la quiere? Hiere.
¿Quál suele sernos su blandura? Dura.
¿Quién me responde en esse hueco? Eco.

¿Desengaño me das tan seco, Eco?
¿Siempre quien más de mundo encierra yerra?
¿Siempre ha de ser su envestidura dura?
Es luego en él el gran thevano vano,
por más que monstros que requiere hiere
y toda suerte mas granada nada.

Si es una frente coronada nada
al desengaño me hipoteco, Eco;
si lo que en tierra más se adquiere hiere,
si el que con ella más se cierra yerra,
no llamas, no, por cierto, en vano vano
a quien no huye de su hondura dura.

Usemos sólo vestidura dura
pues es al fin la más ornada nada;
ya pensamientos no devano vano,
ya en otro del que soy me trueco, Eco,
ya poco la alma por la tierra yerra
hallando que al que más la quiere hiere.

Como ya a la virtud prefiere, hiere
del error vil la catadura dura,
ya no, por el plazer que encierra, yerra
estima a Venus adornada nada
por tu aviso ya estima el çueco, Eco,
ya no llama al coturno en vano vano.

Si llama al plectro mantuano vano
y el tímpano que dios más quiere hiere,
yo su exercicio no trastrueco, Eco;
no ay contra Parcas armadura dura,
todo lo buelve una invernada nada,
nada quien huye el mal que atierra yerra.

Gusto que yerra no devano vano,
le estimo en nada si a quien quiere hiere,
no ay muerte dura si no peco, Eco.



SEXTINA CON PALABRAS-RIMA ESDRÚJULAS

Dichoso el que de negro infierno tímido
amante sabe ser de cielo cándido;
dichoso el que la llama huyendo pérfida
en la más pura luz sabe ser águila;
dichoso el que viviendo en algún páramo
a ambiciones de mundo pone término.

Aquel a quien Fortuna más sin término
favoreciendo va, viva más tímido;
a muchos dexa en un horrible páramo
quando les muestra el ánimo más cándido;
pruébalos a su luz, qual suele la águila
y de su nido los arroja pérfida.

Toda gloria mortal al alma es pérfida,
tiene a sus ojos la mayor el término;
si a los pies se mirare el que es más águila
como triste el pavón se verá tímido;
el día que a su gusto ve más cándido,
tema hallarse de horrores en un páramo.

De verdades la corte es triste páramo,
sólo la habita la mentira pérfida;
de el que más se presume trato cándido
la astucia se presuma más sin término;
deve estar de sí propio siempre tímido
quien en luz de poder quiere ser águila.

Grandes aves oy miran como a una águila
al que ayer ave poca era en un páramo;
al que vivía ayer de todos tímido
oy temido haze ser Fortuna pérfida;
todos le miran con rencor sin término,
todos a hablarle le fingen pecho cándido.

Para ver quál es falso o quál es cándido,
necessitando está de vista de águila;
si la tuviere tal verá que al término
llegando va del más confuso páramo;
de sí la adulación sacuda pérfida
y de quien más le teme viva tímido.

No anda tímido sólo aquel que es cándido,
suerte pérfida evitan ojos de águila,
sólo un páramo a riesgos pone término.








domingo, 29 de diciembre de 2019

VARIANTES DE LA SEXTINA PROVENZAL


ALESSANDRO SFORZA (1409-73)

Condotiero, Señor de Pesaro y mecenas.

En la obra “Alessandro Sforza / Il Canzonieri”, edición crítica e introducción a cargo de Luciana Cocito (1973), aparecen ocho sextinas de las cuales cuatro (*) no siguen el modelo canónico de Arnaut Daniel, sino que —por el contrario—, presentan una variación estructural en el mismo: A partir de la segunda estrofa, una vez recogidos los versos sexto y primero de la estrofa anterior, los que siguen a continuación lo hacen de manera progresiva.

ABCDEF—FABCDE—EFABCD—DEFABC—CDEFAB—BCDEFA
AB—CD—EF

Lasso e pensoso, sempre acceso el core
Sentomi in tanto amor che mi dà morte,
Né posso altro cher amar questa mia dea.
Sento con pena ogni piacer e voglia,
Sola speranca mi tienne e regie
Sì che, sperando, rido, tremo e piango.

De l’amoroso peso io spesso piango
Che tanto no’l sostiene il débil core,
Né trovo altro riparo che sola morte  (sic).
Quanto più miro la celeste dea,
Piu scalda el mio pensier bramosa voglia,
Piu disio el core e men consiglio el regge.

Nel dolce male, como amor mi regie,
Veggio mia amara vita, ond’io pur piango,
Chè sempre de amor parla e vive il core.
Amor mi porge con dolceza morte
chè, sol mirando la mia donna e dea,
sforza ardere contenta ogni mia voglia.

Fammi più acerba e disperata voglia
Un picciol sdegnio unde’l mio cor si regge.
Di questa donna, per cui rido e piango,
Già mai però sia extinta dal mio core
L’ardente fiamma, ove è mia vita e morte,
Come Amor vole e questa inmortal dea.

Ogni acto, ogni parlar di tanta dea
Un pensier spira pien de extrema voglia
Che mi rivolse il core e in pena el regie.
Mia sorte, mio destino e il tempo piango
Poi che tanti anni Amor lusinga il core
Sì che, per una, io venga a mille morte.

Hor provo come amor sospinge a morte,
Crudel mostrando la piatosa dea
El cor acceso di soperchia voglia.
Vivo con ella come Amor mi rege,
Mia vita spesso più che morte piango:
Pietà soccorra homai al miser core,

El cor che Amor conduce a mille morte!
Se questa dea non tempra tanta voglia,
Pocha hora el rege, ond’io ne tremo e piango.


(*) No se menciona si tienen precedente.




AGNOLO FIRENZUOLA (1493-1543)

Éste era el seudónimo de Michelangelo Giovannini, poeta y literato italiano de quien no se conoce mucho sobre su vida, pero sí que después de haber tenido como amigo y mentor a Pietro Aretino abrazó el estado religioso.
Entre las composiciones poéticas que aparecen en “Le Opere di Agnolo Firenzuola”, editado por B. Bianchi (1848), figuran sextinas que siguen el modelo de Alessandro Sforza.


ABCDEF—FABCDE—EFABCD—DEFABC—CDEFAB—BCDEFA
AB—CDE—F


SESTINA IV.

Hor sì ch' un bosco tornerà il bel Prato ,
E cangeransi l’ erbe verdi, et fiori
In aspri sterpi, et in pungenti spine,
Da poi che la mia donna il suo bel volto,
Con mia gran doglia, et con publico danno,
Ahi lasso, or mostra lieta in altro loco.

Dunque ove sono, o rozzo alpestro loco,                    
Le dure zolle, in vece d' un bel Prato,                        
Et pruni e sassi, in cambio d' herbe, e fiori,                   
E i piè non mai sicuri dalle spine?                               
0 dalle fier le pecorelle? Il volto                                  
U’ splende, di chi ride del mio danno?                        

O rozza, tu ne fai quel proprio danno,
Ch'al pastor Galatea, già in altro loco,
Quando il pomo gli trasse, et poi del prato,
S'uscì lasciva, e i crin ripien di fiori,
Et tra i salci fuggi, che tutte spine
Gli fur al cor e lunga pioggia al volto.

Et tu a pena mostroci il bel volto,
Che lontan ne solea far ogni danno,
Ratta fuggisti in quel selvaggio loco;
Perché 'l patrio terren, perché 'l bel prato,
Già pregno d'herbe, già ripien di fiori,
Fusse men bel ch' un monte pien di spine.

Pungenti pruni, o venenose spine,
Ch'usciste di quegl’ occhi, et di quel volto,
Ove s'ascose Amor, sol per mio danno,
Il primo dì ch'io venni in questo loco,
Colpo mortal, qual herba d'altro prato,
No’l può sanar, ne seme d' altri fiori.

Se tai sien delle vostre donne i fiori,
Amanti, che non mai diventin spine,
Né fuggan poi che mostro v' hanno il volto;
Pregate Amor, che ristori il mio danno
Se mai torna Selvaggia al primo loco,
Alle fiorite rive, al verde prato.

O prato, ch’eri già ripien di fiori,
hor dalle spine il volto hai guasto, e’l danno
Te lo fa chi si mostra in altro loco.



EDMUND SPENSER (1552-99)

Este ilustre poeta fue el que introdujo la sextina en Inglaterra, incluyéndola dentro de su novela pastoral “The Shepheardes Calender” (1579), pero siguiendo también el esquema de Alessando Sforza.

ABCDEF—FABCDE—EFABCD—DEFABC—CDEFAB—BCDEFA
AB—CD—EF

‘Ye wastefull woodes beare witnesse of my woe,    
Wherein my plaints did oftentimes resound:
Ye carelesse byrds are privie to my cryes,     
Which in your songs were wont to make a part:    
Thou pleasaunt spring hast luld me oft a sleepe,           
Whose streames my tricklinge teares did ofte augment.
        
‘Resort of people doth my greefs augment,         
The walled townes do worke my greater woe:                                  
The forest wide is fitter to resound                                                   
The hollow echo of my carefull cryes:                                                    
I hate the house, since thence my love did part,                             
Whose waylefull want debarres myne eyes from sleepe.         
        
‘Let stremes of teares supply the place of sleepe:   
Let all, that sweete is, voyd: and all that may augment  
My doole drawe neare. More meete to wayle my woe             
Bene the wild woddes, my sorrowes to resound,    
Then bedde, or bowre, both which I fill with cryes,        
When I them see so waist, and fynd no part 
        
‘Of pleasure past. Here will I dwell apart      
In gastfull grove therefore, till my last sleepe       
Doe close mine eyes: so shall I not augment,
With sight of such a chaunge, my restlesse woe.   
Helpe me, ye banefull byrds, whose shrieking sound      
Ys signe of dreery death, my deadly cryes     
        
‘Most ruthfully to tune. And as my cryes              
(Which of my woe cannot bewray least part)
You heare all night, when nature craveth sleepe,   
Increase, so let your yrksome yells augment.
Thus all the night in plaints, the daye in woe         
I vowed have to wayst, till safe and sound             
        
‘She home returne, whose voyces silver sound       
To cheerefull songs can chaunge my cherelesse cryes.    
Hence with the nightingale will I take part, 
That blessed byrd, that spends her time of sleepe 
In songs and plaintive pleas, the more taugment          
The memory of hys misdeede, that bred her woe. 
        
‘And you that feele no woe, / when as the sound   
Of these my nightly cryes / ye heare apart,   
Let breake your sounder sleepe / and pitie augment.’    



Fray ARCÁNGEL DE ALARCÓN (Siglo XVI - 1598)

Poeta y religioso capuchino en cuya obra “Vergel de plantas divinas en varios metros espirituales”, (1594), aparece también una sextina siguiendo la estructura de Alessandro Sforza.


ABCDEF—FABCDE—EFABCD—DEFABC—CDEFAB—BCDEFA
AB—CD—AF

En tus sagrados y benditos labios
fue difundida la divina gracia,
porque de su eternal sabiduría
y soberana ciencia los thesoros
puso Dios gloriosísimo en tu alma
para alumbrar, Jesús, nuestras tinieblas.

Adonde son palpables las tinieblas
y abrasan siempre los blasphemos labios
camina el que, privado de tu gracia,
no dio el oído a tu sabiduría,
por donde de tu gloria los thesoros
jamás gozar podrá su infeliz alma.

Bien conoció la fiel y devota alma
de Pedro en este valle de tinieblas
que están, mi buen Jesús, sólo en tus labios
palabras que son vida y nos dan gracia,
si muerta la carnal sabiduría
corremos con amor a estos thesoros.

Venga Saba del austro con thesoros
a Salomón y admírese su alma
de ver quán apartados de tinieblas
están los regios y sapientes labios,
que yo ni otro saber busco ni gracia
que a Christo, divinal sabiduría.

Dexava esta fontal sabiduría
mirando de su alteza los thesoros
con nueva admiración suspensa el alma
de quien, ya destruidas las tinieblas,
dezían: jamás hombre con sus labios
dixo doctrina tal ni con la gracia.

¡O, bienaventurados los que en gracia
oyeren la eternal sabiduría
en nuestra carne, y que de sus thesoros
y luz gozó su felicíssima alma,
y sin ver el lugar de las tinieblas
sin fin lo alaban sus devotos labios!

Mis labios, buen Jesús, mueva tu gracia
que tu sabiduría y sus thesoros
cantar pueda mi alma sin tinieblas.




OTRA VARIANTE:


ALONSO ENRÍQUEZ  (Siglo XVII)
Escribano mayor del ayuntamiento de Murcia.

En su obra “Obsequio a la muerte del rey don Felipe nuestro Señor”, compuesta en 1622, aparece la siguiente sextina con una estructura singular:

ABCDEF—FEABCD—DCFEBA—ABEFDC—CDFEAB—BACDFE
EF—DC—AB

Cúbrase el Orbe de tristeza y pena
vístase el mundo de alegría y gloria,
en los mortales suene amargo llanto
resuene en los mortales dulce gozo,
pues su major monarca hoy ve la muerte,
pues cobra el gran Filipo nueva vida.

Si no fue en larga fue en heroica vida
fénix que para Dios renace en muerte,
pues ya abrasado en su amorosa pena
vive en el sacro nido de la gloria,
donde, ageno de lágrimas y llanto,
goza seguro de el eterno gozo.

Águila fue real, que ya en el gozo
provó a sus hijos, ya en la pena y llanto,
mandando que al sol Christo, autor de vida,
atentos miren en su vida y muerte;
y en seguimiento de su fama y gloria
los provocó a volar, sin temer pena.

León fue invicto, que en la acerba pena
abrió los ojos, dando a Espana gloria,
para dormir el sueno de la muerte;
y aunque raros bramidos dio en su vida
¿qué malo no temió? ¿qué bueno al gozo
la rienda no alargó, si aquel al llanto?

Cordero que imitó al que enxugó el llanto
a Juan en Pathmos fue, pues nos dio gozo
abriendo tan cerrado libro en vida,
libro de cuentas que aclaró en su muerte,
sus yerros descubriendo; y justa pena
dio al culpado, si al fiel su premio y gloria.

Cándida al fin paloma el Rey de gloria
para sí le formó, pues de tal pena
hoy vuela a Dios de el mar de nuestro llanto;
ya a su Noé y a la arca de su gozo
con renuevo de oliva de esta vida!
y el rey nuevo de paz nos dexa en muerte.

¡O feliz muerte, con tan santa vida!
Comience nuestro gozo y cesse el llanto,
que no es bien tener pena por su gloria.