viernes, 27 de enero de 2012

EL PENTAENDECA

Estructura poética propuesta el 25 de septiembre de 2011 por el poeta mexicano Felipe de Jesús Legorreta Levy (a) Lacandoni en el foro “Experimentación Poética con Métrica y Rima” del Portal Literario Mundo Poesía.
Consta de versos pentadecasílabos (7+8) y endecasílabos con acento axial en 6ª posición, aunque también pueden llevar acentuadas la 4ª y 8ª sílabas.
La distribución de sus rimas puede ser alterna (serventesios) o abrazada, pudiendo comenzar el poema bien con un pentadecasílabo o bien con un endecasílabo.
Esquemáticamente, las estrofas pueden presentarse alternadamente (15111511, al que seguirá 15111511, por ejemplo) o bien abrazadamente: 15111511, al que seguirá 11151115, etc.
Ahora, para el caso de escribirse sonetos, los versos iniciales de los tercetos tendrán la misma medida, es decir que si comienza el primero con pentaendeca, el segundo terceto también comenzará con pentaendeca, y lo mismo si se iniciara con endecasílabo. 


NO ME LLAMEN POETA
(Pentaendeca en serventesios)

No me llamen poeta si en mi corazón deploro…
no tener el calor del mediodía,
ni el flagelo que rasga el horizonte de oro
que exhala luz de nota en melodía.

La constante oración de los riachuelos,
que en cascadas se estrellan moldeando basta sierra,
Ni el ritmo del cometa de chicuelos
que en ondulante rito se va ágil de la tierra.

Envidio de las gárgolas la risa que contra viento
son el dulce silbar del campanario,
que recibe el tañer de campanas del convento,
llamando feligreses al rosario.

No canto natural cual la enramada
cuando el viento la mece empujando dulce brisa,
qué le acompaña el ave ahí parada
con presto gorjear revolando a la cornisa.

Adolezco de ser embriagante como un beso
o el dolor que se hunde en el abismo,
no brota mi llorar en un fúnebre deceso,
ni sé reír con gracia o con cinismo.

No me llamen poeta... ¡Os lo imploro!
Que adolezco de mucho si en mi lánguida sapiencia
no he podido besar el gran tesoro,
que da luz al poeta… inspirando su conciencia.



CLIMATERIO
Soneto pentaendeca
(comienzo con endecasílabos)

Sentir que nunca sabe lo que tiene
cual amargo letargo que desasosiega tanto
y se siente infeliz sin saber cuanto
que muchas veces triste ella ignora cómo viene.

Latir de mujer… frágil corazón que se entretiene,
en dar sus tenues notas de quebranto,
a veces son espasmos con dolores y con llanto
o el lánguido gemir que no conviene,

es el amanecer por la mañana
con existencia henchida floreciendo de optimismo,
de pronto languidece y se desgana…

se cae de repente en un abismo…
¿Pero cómo después… se levanta tan lozana
sin saber qué le pasa a su organismo?



RESPUESTA A UN MAESTRO
(Pentaendeca abrazado)

Intento magistral me descuelga un gran poeta
describiendo al pianista en su piscina
con un buen refrigerio y con sabia disciplina
ha encendido el “crisol” de la receta.

Maestro como ves no es de profeta,
el buen endecasílabo que se lleva a la cocina
le pones sal al "hepta" y se refina
añadiendo las cifras de octosílabo a la dieta

y muy juntos darán una estrofa muy coqueta,
que así tan abrazada me fascina
a cualquiera dará alegría repentina,
si hace un "pentaendeca" como meta.



SUSPIRANDO POR LA INFANCIA
Soneto pentaendeca
(comienzo con pentadecasílabo)

Imaginar cual niño que feliz mortal pudiera
cuando la edad fugaz está pasada,
la infancia que gozamos no nos ha dejado nada,
solo recuerdos del ayer que fuera.

Se alejó el sueño de infantil pradera,
donde jugueteamos con gran fibra derramada,
hoy se ve lejos... lejos y anhelada
hoy que viejos llegamos hasta esta la edad tercera.

Recordar los juguetes que tanto nos complacieron
nos hace soslayar una sonrisa,
cuantos recuerdos llegan que volaron tan aprisa

y cuantos más que nunca en la vida florecieron,
salpica el alma con dolor la brisa
si nos llama la voz de los tiempos que se fueron…


jueves, 19 de enero de 2012

EL VERSOGRIFO


Inspirándose en el logogrifo, José Rafael Hernández Fereira ha creado esta forma poética que posee cierto carácter lúdico ya que de los versos que conforman un poema o estrofa debe extraerse una palabra que los sintetice y esté acorde con ellos.
Con respecto a los versos, no existe conteo silábico y su rima es optativa.
Como las palabras que se extraigan necesitan conectores, éstos deberán ser colocados por quien los resuelva, quedando aclarado que el resultado puede ser diferente puesto que está sujeto a la interpretación que cada uno pueda darle a cada verso.
Así, se suma al trabajo de la versificación también el del ingenio.



Los años han plateado mis cabellos            Viejo
y del color de las hojas mi alma tengo,       Verde
ahora soy una isla perdida del desierto.     Solo o Solitario

El Versogrifo es:     Viejo verde solitario, pero si se le agrega un conector sería    El viejo verde solitario.




Le levanto mi brazo   
a quien siempre está a mi lado  
aunque la distancia ha separado.

El Versogrifo es:   Saludo al amigo lejano.




Navego por los aires   
las estrellas me acompañan.  
Estoy tratando de saber dónde andas 
para regalarte lo que mi corazón siente 

 Vesogrifo:   Vuelo nocturno buscando amor.



miércoles, 11 de enero de 2012

LA RIMA JOTABÉ



Dice Juan Benito Rodríguez Manzanares:

La Rima Jotabé es una nueva estructura con la que poder componer poemas estróficos de manera clásica, con una arquitectura nueva, sólida y prestablecida, con la que deseo aportar mi granito de arena a la gran playa de las composiciones clásicas, y con ello, si fuere posible, enaltecer aún más la poesía, pues todo en la vida ha evolucionado intentando superarse, excepto la composición clásica poética.


Su nombre


Su nombre viene dado por la unión escrita de las dos iniciales del creador de la rima, J B (Juan Benito), dando como nombre, Rima Jotabé.
Siendo este trámite el mismo que utilizó Vicente Espinel cuando estableció la manera de componer las décimas, poniendo su nombre a esta composición, Espinelas. O igual que a las coplas de pie quebrado se las conoce como Manriqueñas, al haber utilizado Jorge Manrique este tipo de composición en su obra, Coplas, siendo reconocido mundialmente por ello.


Definición de la rima Jotabé


La Rima Jotabé, o simplemente los poemas Jotabés, son poemas estróficos compuestos por 11 versos endecasílabos que utilizan rima consonante, divididos en cuatro estrofas.


La estructura de la Rima Jotabé


La estructura de los poemas estróficos Jotabés es la siguiente.
A; A / B; B; B; B / C; C / A; B; C;


Descripción de la rima Jotabé


Los poemas estróficos Jotabés, están compuestos por cuatro estrofas. A saber.
La primera estrofa es un pareado.
La segunda estrofa un cuerpo monorrimo de cuatro versos, al igual que se realiza en la composición de la Cuaderna Vía o Tetrástrofo monorrimo en verso alejandrino o como se realiza en los zéjeles en arte menor.
La tercera estrofa es un segundo pareado.
La cuarta estrofa es un Terzo. Pero, ¿qué es un terzo?
Un terzo es un terceto, pero que no rima como lo hacen los tercetos convencionales. El terzo rima de la siguiente manera. El primer verso del terceto rima con el primer pareado, el segundo verso del terceto rima con el cuerpo monorrimo central, y el tercer verso rima con el segundo pareado, haciendo este terzo de unión o concatenación entre el final del poema y el principio y centro del mismo.
Esta estructura de los Jotabés y su Terzo final que une todo el poema en sí, es una total novedad en la poética mundial de todos los tiempos, pues nunca se ha realizado en el campo de las composiciones de poemas nada parecido, constituyendo todo un reto y un nuevo mundo de posibilidades para que los poetas puedan componer poesía con un aire fresco a la vez que clásico.


Composición de los poemas estróficos Jotabés


Los pilares de todo poema clásico son la métrica, la rima y el ritmo.
El ritmo normalmente siempre se ha asociado a la acentuación fonética, así la composición de los versos de los poemas estróficos Jotabé, siguen las mismas normas de acentuación fonética existentes para todos los versos endecasílabos, siendo como es conocido, la acentuación simétrica, la más musical y a la vez la más compleja de realizar. Esta acentuación fonética y todas las existentes, encajan a la perfección en la composición de los poemas Jotabés.
Mas, aún a pesar de ello y sabiendo de las bondades de las acentuaciones fonéticas en los versos endecasílabos, para los versos en los poemas estróficos Jotabés, dejo este extremo de la acentuación fonética en manos del alegre albedrío del poeta que realice los poemas, dado que al introducir encabalgamientos, paradas interversales o la propia manera de entender la poesía del rapsoda que los esté recitando o consumidor de poesía leyendo, la acentuación fonética es el primero de los tres pilares de la composición clásica de poemas que se pierde en aras de una recitación o lectura coherente del poema.
Pero de lo que no pueden carecer los versos de los poemas Jotabé, es de musicalidad, pues la musicalidad interna de los versos es realmente lo que le va dotar de ritmo y belleza al poema.
Así que uniría el ritmo, más que a la acentuación fonética, a la musicalidad interna de los versos en sí mismos y al resultado final de la composición poética una vez recitada o leída.
Aquí quisiera anotar, que los más grandes poetas de toda la historia, entre los que puedo citar al Marqués de Santillana, Amado Nervo, Francesco Petrarca, Fernando Pessoa, Luis de Gongora, Francisco de Quevedo, Manuel Machado, Rubén Dario, Antonio Machado, Gustavo Adolfo Bécquer y muchos otros grandes poetas, han sacrificado la acentuación fonética prestablecida en sus versos endecasílabos, en aras de una musicalidad interna en sus versos, que siempre han abanderado sus más bellos poemas.
Con respecto a la rima, otro de los pilares de la poesía clásica, los poemas Jotabés siempre han de ser de rima consonante, no siendo válidos los poemas Jotabés en rima asonante, y evidentemente, no pueden existir poemas Jotabés con rima estrampa (verso blanco y libre), pues perdería toda su estructura y el alma de los poemas Jotabés, pues el terzo no tendría razón de ser al no tener que rimar nada con nada, y el terzo es una parte fundamental en los poemas Jotabés.
En los poemas Jotabés, ninguna de las tres primeras estrofas pueden acabar utilizando la misma combinación de consonantes y vocales para efectuar la rima consonante, pues de este modo también se perdería el efecto del terzo.
También es recomendable, pues dota de más musicalidad al poema, que la vocal temática de la palabra que efectúa la rima, es decir, la vocal tónica de la palabra con que se efectúa la rima, sea diferente en las tres primeras estrofas, para que el efecto en el terzo final sea brillante y diferente.
Con respecto a la métrica, como ya he comentado, son versos de 11 sílabas métricas, siendo su conteo el establecido para todo tipo de versos.
Los poemas estróficos Jotabés, se rigen por completo por las normas establecidas de las acepciones poéticas y literarias, y todas las figuras poéticas y retóricas que puedan existir en el ámbito de la poética mundial para toda composición poética.


El estrambote 


Como cualquier composición estrófica, los poemas Jotabés, admiten el uso del estrambote, de la manera prestablecida para ser utilizado en composiciones de once y ocho sílabas métricas, añadiéndose en modo y forma lo mismo que se haría con cualquier otra composición estrófica.
En las composiciones de versos endecasílabos, el primer verso del estrambote ha de tener siete sílabas y ha de coincidir en rima con el último verso del terzo, y los otros dos versos del estrambote, de once sílabas, han de conformar un pareado, que no debe coincidir en rima con ninguna de las estrofas de los poemas Jotabés.
En las composiciones de versos octosílabos, el primer verso del estrambote ha de tener cuatro sílabas y ha de coincidir en rima con el último verso del terzo, y los otros dos versos del estrambote, de ocho sílabas, han de conformar un pareado, que no debe coincidir en rima con ninguno de las estrofas de los poemas Jotabéms.


Otras modalidades del Jotabé


El Jotabeí


Un poema estrófico Jotabé, son once versos endecasílabos de rima consonante, pero si componemos un poema más extenso que esté, compuesto a su vez por once poemas Jotabés, nos encontramos con el Jotabeí, la cual es la llamada, Composición Redonda de los Jotabé, pues sería una sucesión de once Jotabés, con lo cual obtenemos un poema de 11 Jotabés, de 11 versos en cada uno de ellas y a su vez de 11 sílabas métricas cada verso.
Los poemas estróficos Jotabés pueden ir sumándose uno tras otro sin ningún tipo de problema ni número de ellos, siempre que se siga la manera de su composición, dando lugar a poemas más extensos, compuestos por dos, tres, cuatro…   quince, dieciséis…  o más Jotabés, pero tan sólo la composición realizada con 11 Jotabés, es la llamada Jotabeí.


El Jotabém


Es un poema Jotabé en arte menor.
Tomando el arte menor como versos de 8 sílabas y no menos, pues aunque se pueda llegar a componer un Jotabém tetra silábico y éste esté compuesto correctamente, los Jotabém puros, serán los compuestos por 8 sílabas métricas.


El Jotabeím


Al igual que los Jotabeí, seria la realización de unos poemas más extensos, compuestos por once poemas Jotabém.
Esta sería la, Composición Ovoide de Jotabé, pues estaría compuesta por una sucesión de 11 Jotabém de 11 versos cada uno y de 8 sílabas cada verso.
Todas las condiciones a tener en cuenta y observar en su realización, serían las mismas que para los Jotabeí.


Ejemplos de poemas con rima Jotabé


Mala mujer 


Que no daría por volver a ver,
el carmín de esos tus labios, mujer.

Ese encarnado encendido que antaño,
era mi luz, mi cobijo y abrigaño,
y que hoy esconden furtivos el engaño,
que me fuerza a alejarme de ti hogaño.

Tras sentir que tu boca traicionera,
gravó a fuego en mi piel tu vil quimera.

La cual mi razón hizo enloquecer,
condenó a mi duende a vagar huraño,
y que mi vida a tus pies se rindiera.



La amada del viento


El suave viento rozaba su cara,
como un celoso amante que velara,

Esas pocas primaveras en flor,
de su tersa faz llena de candor,
que luciera la joven al calor,
que sólo puede ofrecer el amor.

Mientras el vagar de una traviesa hoja,
por el viento mecida se le antoja,

Alcanzar su rostro y sobre él se para,
provocándole un ligero picor,
que de su grácil semblante despoja.

De su mano un rápido movimiento,
libra su faz de todo sufrimiento,

Volviendo su lisura angelical,
a emanar paz libre de todo mal,
mientras airado el viento en el marjal,
brama inquieto su alarido infernal.

¡Nada en la faz de mi amada se pose!
¡Nada la profane, ni un solo roce!

Sea plácido y eterno este momento,
pues aún sin ningún contacto carnal,
nada impedirá que mi alma la goce.



Créditos


Los poemas Jotabé en cualquiera de sus modalidades, fueron definidos por primera vez el, 18 de junio de 2.009, siendo jueves a las 09:49 horas de la mañana, por su creador, el poeta y escritor Juan Benito Rodríguez Manzanares, en la ciudad de Valencia, España, para gloria de la poesía.


Noticia


En estos momentos, y hasta el día 20 de febrero que concluye el plazo, está abierto el, I Certamen Poético, Rima Jotabé, cuyas bases se encuentran en esta dirección: http://www.juan-benito.com/I_Certamen_Poetico_Rima_Jotabe.htm







Un profundo agradecimiento a Juan Benito Rodríguez Manzanares por la deferencia de enviar esta información sobre su forma poética creada.





lunes, 9 de enero de 2012

PALABRAS INACENTUADAS, ÁTONAS O CLÍTICAS


Al escribir un verso conteniendo acentos rítmicos esenciales es importante que dichos acentos no recaigan en palabras consideradas inacentuadas, átonas o clíticas, pues éstas carecen de sílaba tónica, por lo que se unen, a efectos de pronunciación, a la palabra tónica que las sigue o a la que las precede, formando con ella un grupo acentual.
Llamadas también o más propiamente de acentuación débil, por lo general cumplen funciones accesorias de relación sintáctica.
 
He aquí las principales:


ARTÍCULOS DETERMINANTES:

El, la, los, las, lo

Quisiera el cristal                (2ª, 5ª)    J. Guillén
La vasta montaña               (2ª, 5ª)     J. L. Borges
Trepan los gitanos               (1ª, 5ª)    Góngora


PRONOMBRES PERSONALES:

Me, nos, te, os, lo, los, la, las, le, les, se

¿Qué me aprovecha el querer…?    (1ª, 4ª, 7ª)   J. del Encina
Nos daban sus olores                         (2ª, 6ª)         J. C. Zenea
Todos se salieron                               (1ª, 5ª)          Bécquer
La misma le pongo yo                       (2ª, 5ª, 7ª)    F. Acuña de Figueroa


PRONOMBRES POSESIVOS ANTEPUESTOS AL SUSTANTIVO (apocopados o no):

Mi, tu, su  y sus plurales,
nuestro, vuestro  y sus femeninos y plurales.

No lloréis, mis ojos tristes       (1ª, 3ª, 5ª, 7ª)    J. F. de Heredia
La sordidez es nuestro pan     (4ª, 5ª, 8ª)          G. Carnero
Vuestros lindos ojos, Ana        (3ª, 5ª, 7ª)          C. de Castillejo


PRONOMBRES RELATIVOS (no interrogativos ni exclamativos):

Que, quien, quienes,
cuyo, cuya  y sus plurales,
cual, cuales (cuando sean correlativos de «tal» o equivalgan a «como»).

Que caía cual en su propia frente    (3ª, 8ª, 10ª)   J. R. Jiménez
Quien le espera y quien le huye       (3ª, 7ª)           P. del Escosura
Cuyas gotas mirábamos temblar     (3ª, 6ª, 10ª)   Bécquer
Se hubiese de tocar / solo en tal cual función      (2ª, 6ª + 1ª, 3ª, 6ª) Iriarte


ADVERBIOS RELATIVOS (no interrogativos ni exclamativos):

Como, cuando, do, donde, adonde, cuan, tan,
cuanto, cuanta y sus plurales (cuando equivalgan a todo/a/s   lo/la/s   que, sean correlativos de tanto y tan o precedan a más, menos, mayor y menor).

Cuál es el cuello que como en cadena    (1ª, 2ª, 4ª, 10ª)  Garcilaso
Columnas do la tierra está fundada        (2ª, 6ª, 8ª, 10ª)  Luis de León
Donde vivo y donde muero                      (3ª, 7ª)                Lope de Vega
Cuantas me pide la gana                           (4ª, 7ª)               C. de Castillejo
Si cuanto más piadosos                            (4ª, 6ª)                G. de Cetina
Todo queda tan misterioso                     (1ª, 3ª, 8ª)           J. Guillén


OTROS ADVERBIOS INACENTUADOS:

Casi       (cuando preceda a «siempre» y «nunca»)
Más       (cuando en sumas sustituya a «y»)
Medio   (cuando equivalga a «casi»)
Menos   (cuando en restas sustituya a «y»)

Medio cubierto estaba, / la fuerza y luz perdida     (4ª, 6ª + 2ª, 4ª, 6ª)
P. Espinosa

Cuatro más dos                 (1ª, 4ª)
Cuatro menos dos            (1ª, 4ª)


PREPOSICIONES SIMPLES(excepto «según»):

A, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, durante, en, entre, hacia, hasta, mediante, para, por, sin, so, sobre, tras, versus, vía.
Pro (añadido por algunos gramáticos).

Para el presente listado se ha tenido en cuenta el Manual de la Nueva Gramática de la Lengua Española, RAE (2010), donde se consigna además que «según»: “… es la única preposición tónica del español” (29.2.2c).

Ante un sillón de respaldo                          (4ª, 7ª)            Duque de Rivas
Cabe (1) tu cauce manso                              (4ª, 6ª)            López Benedito
Sobre diamantes, bajo estrellas                 (4ª, 8ª)            R. Darío
Tiene contra su fuerza suspendido           (1ª, 6ª, 10ª)    Herrera
Entre magnolias, entre telegramas          (4ª, 10ª)          Neruda
So (2) el olivar                                                (4ª)                  Tradicional
       
(1) Junto a, cerca de
(2) Bajo, debajo de


CONJUNCIONES:

Aun cuando, aunque, como que, como si, conque, cuando, en cuanto (que), luego, mas, mientras, ni, o (u), pero, porque, pues, pues que, puesto que, que, si, sino, supuesto que, y (e).

Que aunque las demás ninfas doloridas        (5ª, 6ª, 10ª)        Góngora
Como si toda la primavera                               (4ª, 9ª)                 A. Carvajal
Mas la madre no se asusta                              (3ª, 5ª, 7ª)           F. Silva Valdés
Sin dejar recuerdo ni rastro ninguno             (3ª, 5ª, 8ª, 11ª)  Santos Chocano
Pues tu beldad me enajena                             (4ª, 7ª)                J. J. de Mora
Muy verosímil es, / pues que la gravedad    (1ª, 4ª, 6ª + 6ª)  Iriarte
Sino a quien conmigo va                                  (5ª, 7ª)                Romancero


TÉRMINOS INCLUYENTES Y EXCLUYENTES:

Aun (cuando equivalga a «hasta»), excepto, hasta, incluso, menos, salvo

Musa aun no sabrá heroica celebrallo         (1ª, 5ª, 6ª, 10ª)   Góngora
Y hasta me sobra esa línea                             (4ª, 5ª, 7ª)           R. Alberti
Menos tu vientre                                              (4ª)                       Miguel Hernández


EL INDEFINIDO «cada»:

Pierde acentuación en su calidad distributiva y ante el sustantivo «vez» y los pronombres «cual» y «uno».

Por cada voto que perjura quiebras       (4ª, 8ª, 10ª)         Medrano
Cada vez que una mano se me ofrece   (3ª, 4ª, 6ª, 10ª)   A. Carvajal


LOS INDEFINIDOS PLURALES  «unas, unos»:

Son inacentuadas cuando sirven para dar valor aproximativo, sin énfasis, a la cantidad a la que preceden:

Unas treinta personas
Unos quince años


FÓRMULAS DE TRATAMIENTO UNIDOS A UN NOMBRE:

Don, doña, fray, frey, san, sor,
santo, santa y sus plurales.

Mora don Lope de Sosa                             (1ª, 4ª, 7ª)   B. de Alcázar


FÓRMULAS DE TRATAMIENTO EN LOCUCIONES VOCATIVAS:

Pierden su acento ordinario las palabras «señor, señora, señorita, padre, madre, hermano, tío, tía» usadas como formas de tratamiento en locuciones vocativas.

Señor Rodríguez, Señorita María, Padre Andrés, Tío Juan

Por el contrario, se acentúan cuando la invocación toma cierto carácter enfático o cuando, sin dejar de ser formas de tratamiento, van en frases no vocativas:

Vino el señor Rodríguez
Ha escrito el tío Juan


PRIMER ELEMENTO DE LOS COMPUESTOS:

1)  Nombres de pila:  José Luis, Juan Pablo,  María Luisa, etc.

2) Numerales:  tres mil, veintidós mil, etc.

3) Poblaciones (siempre y cuando no se interponga entre ambos términos una preposición o artículo):  Ciudad Real, Puerto Rico, etc.

4) Determinados sintagmas como los formados con los adverbios «arriba» y «abajo»:
Patas arriba, boca abajo, cuesta arriba, calle abajo, río arriba, monte abajo, panza arriba, etc.

5) Vocativos en expresiones cortas de cariño o reproche, donde pierde acentuación cualquier nombre, sustantivo o adjetivo que ocupe el principio de la invocación: ¡buen hombre!, ¡mala lengua!, ¡gran pícaro!, ¡Dios mío!, ¡cara de rosa!

6) En determinadas fórmulas invocativas o apelativas aisladas por pausas es frecuente que la primera palabra pierda su acento de intensidad:

¿Dónde vas, tesoro mío?                            Fr. Ambrosio Montesino
¡Adiós, premio Nobel!                                 J. Benavente
Por eso, amigo mío, te recuerdo               G. Celaya
¡Río Duero, Río Duero!                                G. Diego
¡Adiós, gatito Miguel!                                  F. Villalón
¡Los bárbaros, cara Lutecia!                       R. Darío
Brinca, caballo moro                                    Copla popular
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío?        Lope de Vega
Palacio, buen amigo                                    A. Machado



Muchas de estas palabras inacentuadas se combinan entre sí en grupos o contracciones sin perder por ello su naturaleza prosódica:

Al, del, desde que, el que, en el, junto a, la que, mientras que, para con, para el, para que, por cuanto, por el, por entre, sin que, sino que, etc.

Por entre unas matas                             (3ª, 5ª)      Iriarte
El que paga con lo que le falta              (3ª, 9ª)      C. Vallejo
Junto a las laderas de las montañas     (5ª, 10ª)    R. Darío
Mientras que por la ventana                 (7ª)             F. Silva Valdés


Campo
Esta palabra es inacentuada en la locución  «a campo traviesa»


Quién
Pierde acentuación en la fórmula «quién más, quién menos»




PARA TENER EN CUENTA:

Voces normalmente inacentuadas se vuelven acentuadas en determinados contextos:

Pronombres inacentuados

El pronombre inacentuado enclítico, o el último de ellos si son dos, puede experimentar incremento acentual tras de formas verbales imperativas, yusivas y exhortativas:

Acércaté, acérquenmé, acerquémonós

En estos ejemplos, contra el uso ortográfico, ponemos la tilde en las dos vocales con acento de intensidad para su mejor comprensión; pero en los siguientes transcribimos tal como aparecen en textos impresos:

¿Tu verdad? No, la Verdad,
y ven conmigo a buscarla.
La tuya guárdatela.                     (A. Machado)


Dame el campo con el cielo,
damelos.
¿Hacia dónde tantas ondas
bajo el sol?                                  (J. Guillén)




Pero
Cuando aparece ante pausa, con reforzamiento de su sentido adversativo: 

Pero…


Por
Cuando se usa como pregunta elíptica o con entonación interrogativa:

No podrán marchar mañana,
–¿Por…?


Pues
Cuando se halla colocada entre dos pausas o formando oración interrogativa independiente:

Espera, pues, y escucha mis cuidados
¿Qué haces, pues?
¿Pues?


Mientras
Se acentúa ante pausa equivaliendo a «mientras tanto» o «entre tanto”:

Al párroco, mientras, había dejado de interesarle.
Acabad de arreglaros, mientras, terminaré esta carta.


Los relativos «cual» y «cuales» se vuelven tónicos cuando están determinados por el artículo:

El cual, los cuales, la cual, las cuales


Mediante
Posee acento de intensidad en la fórmula «Dios mediante»


La conjunción «y» aparece con acento de intensidad en comienzo de oraciones interrogativas:

¿Y tu padre? = ¿dónde, cómo está tu padre?
¿Y si estuviera equivocado?


Versos pentasílabos
En los versos de 5 sílabas formados por un solo vocablo o varios, cuando no cuenten con un acento secundario, éste recae sobre la primera sílaba aun cuando fuese inacentuada:

Résplandeciente, émperadora, cónversación, réconquistar, etc.
Sóbre la frente, pór la mañana, én la corriente, etc.

(En estos ejemplos también ponemos la tilde en la primera sílaba con acento de intensidad sólo para su mejor comprensión)


Esta regla se observa, por ejemplo, en la forma ordinaria del verso dactílico:


Quién fuera parte
de la plegaria
que solitaria
mandas a Dios.                 (Bécquer)