martes, 13 de septiembre de 2011

EL SIJO O SHIJO




La luna por el cielo navega solitaria,
no sabe que la miro con ojos angustiados,
¡oh luna! ¡En esta noche somos almas gemelas!





El sijo o shijo es la máxima expresión poética del pueblo coreano.
Apareció durante la Dinastía Koryo (918-1392) y floreció en el período Choson o Yi (1392-1910).

Sijo significa “melodía de la época o del tiempo”.
Estructuralmente se compone de tres versos que pueden abarcar en total 43 o 45 sílabas distribuidos de la siguiente manera:


1º verso: 3 4 3 (o bien 4) 4 sílabas
2º verso: 3 4 3 (o bien 4) 4 sílabas
3º verso: 3 5 4 3 sílabas


Cada grupo de sílabas se denomina umbo y equivale a un pie métrico.
En sus comienzos los temas del sijo eran la fidelidad al soberano, el amor de los hijos hacia los padres y la glorificación de la naturaleza.
Actualmente aborda otros temas: el amor, el compromiso social, el mundo cotidiano, la perplejidad y angustia de nuestro tiempo, etc.

Para escribir un sijo hay que tener en cuenta lo siguiente respecto de sus versos:

Primer verso

Suele describir un estado de contemplación donde interviene directamente el sujeto lírico o algún otro personaje.
Es norma que el primer umbo comience con tres sílabas.

Segundo verso

Habitualmente se propone una pregunta, un cuestionamiento o una confrontación entre los diversos objetos o sujetos contemplados.
También debe iniciarse con un umbo de tres sílabas.

Tercer verso

Introduce una nota singular, comparable al método del haiku, pues surgirá una resolución clara, una sentencia que describirá la armonía alcanzada entre el sujeto y su entorno.
Este verso debe principiar con una expresión exclamativa de tres sílabas al que seguirá un umbo de cinco.


Generalmente el sijo no lleva título y la rima puede emplearse, pero en modo alguno es imprescindible.
Las aliteraciones, las paranomasias, los onomatopeyas y los juegos de palabras son abundantes en el sijo.

 
 






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