LA ASIDA DE ARTE MENOR
Creada el 15/06/2013 por Sor Cecilia Codina Masachs, es un poema bísono que consta de dos estrofas de seis versos cada una seguidas de una estrofa de siete.
Las estrofas de seis versos siguen la siguiente estructuración rítmica y métrica para ambas: 11A-11B-7b-7a-7b-7b.
La estrofa última y siguiente: 11A-11B-7b-7a-7b-7b-11A
La memoria y el olvido
Luchamos con recuerdos que nos dañan
con el deseo vivo de olvidarlos,
nos cuestan de matarlos
y tanto nos engañan,
sin dejarnos atarlos
ni poder alejarlos.
En la memoria quedan y encizañan
de tal forma y manera que ni aislarlos,
no podemos sacarlos
en el odio se bañan,
imposible burlarlos
sólo queda pasarlos.
Con un buen pensamiento, más se extrañan,
y sólo puede Dios por hoy, quitarlos
ya van a aniquilarlos,
las gracias los guadañan
y al fuego van a enviarlos
quedando libertarlos.
Las memorias decrecen y se empañan.
El ventilador
30/01/2015
¡Buenos días señora! Le pregunto…
¿Puede usted ayudarme por favor?
Dígame sin temor,
le ayudaré en su asunto.
Es que tengo calor,
¿Me da un ventilador?
Pues sí, en mi bolso llevo un buen conjunto,
y le puedo ofrecer cualquier color
le calmará ese ardor,
llevan un buen repunto
y un bello fijador,
con sencillo motor.
Me tiene interesado en ese punto,
¡Muéstreme el aparato, cual mejor!
que el sol es muy freidor
y me hará ser difunto.
¡vea usted el sudor!
Se lo doy con amor,
tenga usted mi abanico, el viento apunto.
LA ASIDA DE ARTE MAYOR
Esta composición creada por Sor Cecilia el 19/01/2015, sigue la fórmula rítmica de la Asida de Arte Menor, pero los endecasílabos y los heptasílabos de ésta son suplantados por alejandrinos y endecasílabos respectivamente.
Mismo esquema para las dos primeras estrofas: 14A-14B-11B- 11A-11B-11B.
La estrofa última: A14-B14-B11-A11-B11-B11-A14
Como un cuento
19/01/2015
Una sombra gigante bajó del mismo cielo,
la mar ni se inmutó, yacía sosegada
mientras era su entraña saqueada,
por un embudo frío sin un duelo
tal fuese consentido, consagrada,
a violentar sus aguas, atrapada.
Pero el sol que ya estaba más que hecho un vejezuelo
se escondió con temor tras aquella redada,
y la luna quedó desconcertada
sin saber qué ocurría por el suelo,
temiendo lo peor y acorralada
se oculto en una nube plateada.
Cuando la oscuridad se marchó con un vuelo,
la luna se durmió sin ser amenazada;
y el buen sol con su risa despertada
pudo ser soberano de su celo,
y en sus rayos soltó su risotada.
La mar tras el tornado en marejada
recobró lo perdido. Fue un cuento de mi abuelo.
¿Por qué os calláis tan enlutados?
22/01/2015
Hay momentos sublimes en nuestra corta historia,
se instalan en la mente para ser recordados.
Son fragmentos que llegan enredados
desde la tierna infancia, es una noria
que aprieta los pretéritos gozados,
cuando en la mesa estábamos situados.
Han pasado los años, la vejez es notoria,
nadie queda en la casa ni los cuentos narrados;
la tristeza se instala desolados,
sin escuchar las risas de la euforia
que sentíamos todos apiñados.
Hoy nos quedamos solos derrumbados.
Nuestra estancia en la vida, cierto que es transitoria,
mueren los padres, mueren y quedamos marcados.
¿A quién preguntaremos sin legados?
Silencios y silencios sin memoria
que acongojan el alma sin agrados.
¿Por qué, por qué os calláis tan enlutados?
Si sé que a cuántos amo, de Dios gozan en gloria.
