LA DÉCIMA PERSANTO
Presentado el 21 de noviembre de 2011, es una décima consonante que se inicia con una redondilla a la que siguen tres pareados: abbaccddee
A mi amada
Quisiera verte amor mío,
sentada entre seda y oro
para decirte, tesoro,
que no me muero de frío
gracias a dulces cuidados
que me dejas con los vados
recorridos en verano
en camino de secano,
donde te besé aquel día
cuando llegó el mediodía.
Cuando llegó el mediodía
yo te besé todo el labio
con un beso que fue sabio
pues, supe que te quería,
tu suspirar lo respiro
y con eso me retiro,
pues no es digno caballero
el que abusa de severo,
cuando se ama de veras
¡porque eliges al que quieras!
Cuando te miré de noche,
estabas como una diosa,
te parecías a una rosa
como espina por reproche.
Por eso te amo con bríos
como la lluvia a los ríos,
como el florero a las flores
como letra a directores,
como aman los caballeros,
¡quienes siempre son sinceros!
ESTROFA PERSANTO
Presentado el 06 de diciembre de 2011, esta forma poética deriva de la estrofa de Tennyson, o sea nueve versos que riman aaaabcccb, sólo que los nominados como a y c son heptasílabos y los b pentasílabos.
Te dije que te quiero
como cuando un lucero
me dice en un bolero
tan duro cual acero
eres mi vida;
te busco en mi sueño,
te amo, soy sureño,
de hecho caraqueño
Luna querida.
Eres luz de mi cielo,
eres mi gran desvelo,
eres quien quita velo
de la luz conque rielo
mi corazón,
recuerdo tu camino,
del que regalo vino,
y tu amor ya convino
con gran razón.
RONDEAU PERSANTO
Presentado el 19 de diciembre de 2011, a diferencia del rondeau original sus versos son alejandrinos y el bordón tendrá hasta un máximo de ocho sílabas, conformándose con las primeras palabras de los versos primero, segundo y tercero.
Su fórmula es:
1ª estrofa: AABBA
2ª estrofa: AAB + bordón
3ª estrofa: AABBA + bordón
Te amaré como un verso, como una poesía.
Amo tu bella vida, eres mi melodía,
querida poetisa, del aroma suspiro,
tu canto de ilusiones, es para mí un respiro,
que disfruto con gozo, cual mi Cielo nacía.
Pecaré como pecan los osados de día,
con unos besos tiernos, con bella cortesía,
con criminal fiereza, mi calma la retiro,
¡te amo, querida!
Rogaré, Dios del Cielo, que nos des valentía,
que nos protejas siempre, con tu gran bonhomía,
callada va mi boca, recordando el papiro
en que escribí la nota, con cristal de zafiro,
para besarte toda con amor todavía,
¡te amo, querida!